-->

AYUDA-MEMORIA1

(Volver al Index)

Tabla de Autoevaluación
T P
C
A
OBJETIVO
LEY 1 1
1
4
6
3
MENTE
100%
LEY 2 2
0
7
0 1
LEY 3 3
2
3
5
2
CORAZÓN
LEY 4 4
0
0
0
0

"¡PLANIFICA TU ARRANQUE!"

Es una orden que debes decirle al espejo. Esta voz indica iniciar el discurso con un detalle interesante que atraiga y retenga la atención de todos, involucrándolos personalmente en el asunto a tratar.

¿Por qué planificar tu arranque o comienzo meticulosamente? Porque sirve para varios propósitos. Uno es iniciar con un impacto que sea lo suficientemente fuerte como para atraer los pensamientos dispersos del oyente y los concentrarlos en una sola cosa: El tema.

Lógicamente, tal impresión debe armonizar con la dignidad de la ocasión. ¿Sería prudente lanzar una luz de bengala para iniciar un responso?

Otro propósito para impactar es decir cosas que satisfagan la curiosidad del oyente respecto al asunto de que se va a tratar, ya sea que uno lo exprese abierta y claramente o de manera sutil mediante una ilustración, comparación o pregunta interesante.

Y otro propósito es que cada oyente decida si valdrá la pena dedicar su tiempo y recursos intelectuales a prestar atención.

Tal como el inicio de una canción te da una idea del tipo de música que quieres escuchar o bailar, el comienzo del discurso es suficiente como para juzgar si el orador merece que se le preste atención.

La reacción del oyente ante la introducción debería ser: "¡Ajá! ¡Qué interesante! ¡Parece que va a estar bueno" Pondré mi teléfono en silencio y prestaré atención". De lo contrario podría pensar: "Mmm, parece que perdí mi tiempo viniendo. ¿Cuánto durará? En fin, pobrecito, le concederé un par de minutos. Si sigue así, me voy. Tengo pendientes varias cosas más importantes". No quisiéramos  que reaccione así, ¿verdad?

Planificar el comienzo es lo último que te recomiendo preparar. Muchos comienzan a preparar sus discursos por el principio, pero no es lo que recomiendo. Es mejor comenzar preparando la conclusión, es decir, el final. Entonces y después de terminar de preparar el desarrollo o argumento, tu cerebro estará en mejor posición para enfocar una idea punzante que cause el efecto deseado de atraer la atención hacia el tema.

Nota que dije atraer la atención hacia el tema, no hacia ti. Es un error que muchos cometen por imitar a otros sin tener conocimientos de oratoria. No es tu propósito que te adoren. Tu propósito es destacar el tema, explicar el tema, mostrarles qué hacer específicamente para no cometer los errores que has expuesto, y proponerles o darles un gran incentivo para que vean el beneficio que obtendrán si siguen tus consejos. ¡Eso es llamar la atención al tema! No es momento para ningún autobombo.

Es cierto que hay oradores que impactan con su personalidad y carácter, porque saben que si impresionan al auditorio todos estarán más que dispuestos a creerle. Pero seamos realistas y no nos dejemos embaucar por una mera imagen. Esa no sería una base sólida para hacer caso y seguir consejos. cuando se trata de un discurso o explicación, uno debe confiar en la solidez de los argumentos y en la eficiencia de lo que se dice. Solo entonces puede decir que concuerda con las conclusiones y que está dispuesto a ponerlas en práctica.

Dejarse arrastrar por una imagen, sin siquiera haber sopesado ningún argumento, podría acusar una debilidad de tu parte. ¿Te consideras presa fácil de una simple imagen? Los publicistas saben que muchos hacen eso. Por eso se esfuerzan por presentar atractivos anuncios y promesas. Pero ¿no te ha sucedido que algunas veces te desilusionaste cuando entraste en contacto directo con el producto o servicio? No toda publicidad refleja lo que realmente es.

Por ejemplo, la fachada de un edificio podría parecer impresionante y animarte a confiar. Pero ¿acaso no has sabido de fachadas falsas que presentan una cara bonita, con ventanas, cornisas y todo, pero por detrás no hay nada? ¡Es una farsa! ¡Quieren atraer incautos!

Por lo tanto, la introducción de tu discurso debe estar bien planificada, no para hacer un show de mírenme a mí, sino para que tus oyentes juzguen apropiadamente que escucharán una excelente y edificante presentación.

ARRIBA