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TERCERA LEY
La Tercera Ley sirve para hacer contacto emocional, motivar, conmover y persuadir. Es la más difícil de entender, desarrollar y cumplir. ¡Son las relaciones humanas!
Significa tener en consideración los sentimientos del oyente. Pero también implica tus propias emociones y sentimientos. ¿Sabed en qué difiere una emoción de un sentimiento?
Una emoción es la chispa que hace saltar a uno cuando algo le impresiona en el fondo del alma. Por ejemplo, una sorpresa, una noticia o cualquier cosa que para uno sea importante. En cambio, un sentimiento es la fogata que enciende la chispa. La chispa se apaga o disipa, pero queda encendido un fuego. La chispa dura un momento; el sentimiento dura más tiempo, tanto que, a veces, es por toda la vida.
Tanto el amor como el odio se pueden expresar con palabras, gestos, ademanes, actitudes y otras vías. No quisiéramos expresar ningún sentimiento de odio por nuestros oyentes, ni hacer cosa que se le parezca, ¿verdad? Tampoco sería propio usar la plataforma de los oradores para aprovechar para exacerbar el odio y el desprecio.
Respetar la Tercera Ley es tener siempre en cuenta la necesidad e importancia de expresar las cinco cualidades básicas de las buenas relaciones humanas:
1. Expresar aprecio
2. Expresar empatía
3. Expresar interés
4. Expresar obsequiosidad
5. Expresar urbanidad
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