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CUALIDAD FÍSICA 3

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Tabla de Autoevaluación
T P
C
A
OBJETIVO
LEY 1 1
1
4
6
3
MENTE
100%
LEY 2 2
0
7
0 1
LEY 3 3
2
3
5
2
CORAZÓN
LEY 4 4
0
0
0
0

"¡USA UN TONO DE VOZ AGRADABLE!"

Es una orden que debes decirle al espejo. Esta voz indica evitar la monotonía por medio de variar agradablemente el tono de voz. Todos escucharán con agrado durante el tiempo que sea necesario.

Variar el tono de manera agradable al oído significa cantar las palabras. Sin embargo, no es cuestión de simplemente cantar por cantar, subiendo y bajando el tono.

Aunque muchos comprenden lo difícil que es soportar una canción desafinada y desacompasada, otros no perciben las diferencias ni se percatan de ello porque también desafinan y desacompasan.

Por eso, cuando pensamos en variar el tono, debemos tener en consideración la palabra agradablemente. Eso significa que no es cuestión de simplemente cantar, subir y bajar las tonalidades de la voz. Porque si uno es desafinado, la variación de su voz podría resultar monótona o aburrida. Y sabemos que el aburrimiento cansa, agota y, llevado al extremo, puede resultar desesperante.

Para evitar ese peligro, el ejercicio de variar el tono por lo menos requiere un mínimo criterio musical. En caso de no tenerlo, podemos pedir asesoramiento a alguien que pueda ayudar en ese sentido.

Para entender lo que significa la variedad del tono de voz tenemos que verlo tal como la variedad que existe en otros campos. Por ejemplo, la variedad de sabores y olores, la variedad de frutas, verduras y comidas, la variedad de flores y plantas, la variedad de puestas de sol por las tardes, la variedad de paisajes en el campo, la variedad de animales, variedad de temas de literatura, la variedad de géneros cinematográficos, la variedad de asuntos que se pueden encontrar en la Internet, etc. El ser humano es muy variado en sus gustos y colores, en sus temas de investigación y exploraciones.

Algo que ayuda mucho al orador a mejorar tono de voz y modulación es la curiosidad. Con la curiosidad puedes ampliar tus límites y averiguar hasta dónde puedes variar tu expresividad vocal, es decir, la tonalidad de tu voz, para comunicar tus pensamientos, sensaciones, emociones y sentimientos además de con ideas, argumentos, posturas, gestos y ademanes. 

Estimulando tu curiosidad puedes romper y acabar, de hecho, pulverizar, el estereotipo de la monotonía, es decir, de hacer solo dos o tres variaciones de voz a lo largo de 5, 10, 30 o 120 minutos, lo cual resultaría aburridísimo para tus oyentes.

Usar el mismo conjunto tonal, o tan solo dos o cuatro tonos de voz, para todos nuestros discursos, todas nuestras exposiciones orales, todos nuestros comentarios y todas la ocasiones en que tomamos la palabra es ciertamente someter a los oyentes a un sacrificio humano. ¡Puede llegar a ser insoportable, insufrible y carente de vida! No se trata de simplemente variar la voz. Tenemos que hacerlo agradablemente, lo cual implica usar una gran variedad de tonos, no solo dos o cuatro.

En caso de duda no hay nada mejor que consultar con alguien que entienda bien de variaciones de la voz. A falta de un asesor, se puede grabar una lectura de cinco minutos o la presentación de un discurso para analizarlo a solas, prestando atención. Pregúntate, ¿tiendo a repetir los mismos tonos, la misma secuencia de tonos, el mismo ritmo y uso de pausas, en toda la lectura o exposición?

En todo caso, el mejor ejercicio es cambiar de actitud. ¿Ejercicios de actitud? ¡Sí! Al leer o exponer,uno tiene que cambiar de actitud dependiendo del contenido.

No se considera absurdo ni aburrido que en un restaurante se envuelvan todos los sándwiches con un mismo tipo de envoltura, que muestre el logotipo de la compañía, ni que en una tienda se provean bolsas similares a todos los clientes para acarrear sus productos. Pero no funciona el mismo criterio para las relaciones humanas, las cuales incluyen la oratoria, por supuesto.

Puedes comprar un auto exactamente igual al de tu vecino, pero de otro color, pero no te va a gustar que absolutamente todos los autos que ofrece el distribuidor sean iguales en cuanto a modelo, color y otras características. ¡Sería tan aburrido! La variedad depende de qué se trate. Hay cosas iguales que las soportamos muy bien, pero otras no.

Supongamos que una radio o compañía de televisión produce un programa musical en el que todas las canciones tienen diferente letra, pero la misma música. Solo cambian la letra. La pista musical es exactamente igual. ¿Crees que gozaría de mucha audiencia? O que un cantante cante todas sus canciones igual, pero con diferente letra. Te aseguro que no tendría ninguna acogida.

Variar agradablemente el tono de voz tiene singular importancia para alguien que se precia de comunicador. Porque no solo debe comunicar palabras y mensajes textuales, sino actitudes, emociones y sentimientos muy diferentes, dependiendo de qué se trate.

Por ejemplo, imaginemos un programa para niños en el que se usen siempre los mismos tonos, las mismas actitudes, los mismos actores e invitados, los mismos colores y la misma escenografía. ¿Qué estarían aprendiendo? ¡A ser monótonos, apáticos, poco creativos y hasta aburridos!

Por tanto, varía siempre el tono de voz. Pero recuerda que no es cuestión de subirlo y bajarlo mecánicamente, con el mismo ritmo en toda ocasión solo para cumplir con un papel. ¡Tienes que hacerla agradable al oído, cumpliendo con muchos papeles diferentes, según lo exija el contenido o tema! Solo así podrás decir que estás variando el tono de voz agradablemente, como corresponde a un comunicador profesional.

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