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CUARTA LEY
La Cuarta Ley le sirve de apoyo a la Tercera. Lleva entretenimiento al corazón. Sirve para descansar el cerebro y que te presten atención de principio a fin.
También podrías llamarla "la ley del entretenimiento". Maxwell Maltz decía: " Cuando cesa el entretenimiento, cesa el aprendizaje.
Vimos en el apartado sobre esta ley que el cerebro no se detiene durante sus procesos, como ocurre con el corazón ente sístole y diástole. Más bien es como una central de energía que trabaja las 24 horas toda la vida. Solo se detiene con el fallecimiento.
En cambio, el corazón trabaja unos 0,3 segundos para bombear la sangre al resto del cuerpo, y descansa unos 0,5 segundos para permitir que vuelva a llenarse de sangre. De modo que descansa más tiempo del que trabaja. Eso lo mantiene funcionando de manera óptima toda la vida.
Pero el cerebro nunca se detiene. ¿Cómo es posible que no se fatigue, se malogre y dehe de funcionar? ¡Con entretenimiento!
De ahí la importancia y necesidad de conceder momentos y chispasos de entretenimiento de rato en rato durante el discurso, a fin de mantener refrigerada la mente de tus oyentes. De lo contrario se aburrirán.
Por eso la Cuarta Ley te ordena: "¡Bájate del burro!", para recordarte que tienes que entretener a tus oyentes. Pero ¿acaso eso significa hacerles reír? No, necesariamente.
National Geographic y Discovery Channel son programas muy entretenidos, muchos de los cuales no hacen reír. Por supuesto que un discurso puede ser muy entretenido sin haber requerido ni una sola risotada del auditorio.
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